Con el final de las competencias de waterpolo de los Juegos Panamericanos, Chile celebra un hito histórico y un progreso palpable para sus selecciones nacionales. Por primera vez, ambos equipos chilenos participaron en el máximo encuentro multidisciplinario a nivel continental, enfrentándose y aprendiendo de potencias mundiales como Estados Unidos y Canadá.
El torneo, caracterizado por su elevado nivel competitivo y la trascendencia de su premio – la clasificación directa a los Juegos Olímpicos de París 2024 para los medallistas de oro –, fue un escenario de aprendizaje y exhibición de destrezas para los equipos nacionales. A pesar de sufrir goleadas significativas ante equipos de la talla de Estados Unidos, actual campeón olímpico, Chile logró momentos destacados en el juego, mostrando fases de competencia a la altura de los mejores del mundo.
Este evento internacional fue el punto de encuentro de selecciones destacadas del hemisferio norte como Canadá, Estados Unidos y México; del sur con Argentina y Brasil; y del Caribe, representado por Puerto Rico y Cuba.
La selección femenina de Chile finalizó en la octava posición, con una actuación notable en sus partidos contra Puerto Rico, enfrentando de tú a tú al equipo caribeño. Por su parte, el equipo masculino vivió una conclusión de torneo electrizante, empatando en el tiempo reglamentario con Cuba y llevando el partido al límite con una definición dramática hasta los últimos 0,5 segundos. Aunque la victoria final fue para Cuba tras una ronda de penales 4-3, el equipo chileno se retira con la cabeza en alto, habiendo demostrado un nivel de juego digno de reconocimiento ante una nación con una rica historia en el deporte del waterpolo.